Mentiras

Las 'fake news', nuestro pan de cada día


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Las mentiras y las medias verdades, que no dejan de ser mentiras en sí mismas, están a la orden del día en los medios de comunicación de masas y en las redes sociales. Sería ridículo negarlo, porque todos sabemos que las noticias falsas corren con una facilidad pasmosa, sobre todo desde la aparición de Internet, donde cualquier persona puede publicar y compartir lo que le dé la gana sin someterse a las mínimas pautas periodísticas ni, por supuesto, a ningún tipo de censura. En los últimos tiempos ya ni siquiera es necesario acceder a un medio de comunicación para recibir noticias. Las redes sociales han demostrado tener un poder extraordinario para distribuir cualquier cosa, cierta o no.



El fenómeno de la desinformación, que muchos creen que no afecta a los medios presuntamente serios y prestigiosos, ha acabado por impactar también en ellos. Los problemas financieros que arrastran desde hace años han provocado una sangría de despidos y un aumento de la precariedad laboral que ha desembocado en un menor rigor a la hora de contrastar las noticias. Si a ello le sumamos la ansiedad por ser los primeros en dar a conocer las informaciones, con el único afán de liderar el tráfico web y así aumentar los ingresos, y los propios intereses políticos de las empresas, tenemos el combo completo.



Pero, entonces… ¿De quién podemos fiarnos? Desde luego que de cualquier texto, enlace o imagen que encontremos en Facebook, Twitter o WhatsApp no. Parece obvio, pero no lo es tanto si tenemos en cuenta lo rápido que circulan por la red este tipo de contenidos, muchos de ellos sin una mínima fuente que les dé consistencia. Como asegura el periodista Marc Amorós, tendemos a creernos más las informaciones que nos dan la razón que las que nos la quitan y “queremos que los demás también nos digan que están de acuerdo con nosotros”.



En cualquier caso, esta recomendación no es más que una de las tantas que deberíamos tener en cuenta para evitar que nos engañen. No es sencillo, porque los mecanismos que siguen las noticias falsas cada vez se camuflan mejor en el ecosistema informativo. Por eso, resulta extremadamente útil conocer el funcionamiento de este fenómeno que, en contra de lo que pueda parecer, no es nuevo.



En los últimos años, numerosos profesionales de la comunicación se han dedicado a investigar este asunto, compartiendo sus resultados a través de libros que, en mi opinión, deberían tener mucha más difusión en el conjunto de la sociedad. Marc Amorós Garcia, Marc Argemí y David Alandete son tres buenos ejemplos. Con sus obras, cualquier persona que desee estar mejor informada aprenderá a desarrollar su capacidad crítica para poner en cuestión las noticias que le lleguen y a desechar aquellas que no cuenten con los suficientes elementos como para otorgarles veracidad y fiabilidad.



¿Por qué este tipo de libros no forma parte del currículo escolar en la educación secundaria obligatoria? La lista que sigue recoge solo una pequeña muestra de algunos de los trabajos publicados sobre el tema. ¿Seguimos en la ignorancia o intentamos salir de ella?



1. ‘Fake News. La verdad de las noticias falsas’. Marc Amorós Garcia. (Plataforma Actual)



El periodista y creador audiovisual Marc Amorós intenta dar respuesta a algunas de las principales preguntas relacionadas con este fenómeno. Y lo hace sin rodeos, de manera directa y fresca, poniendo sobre la mesa las causas que han permitido su expansión. Para ponerles coto, apuesta por la verificación de datos (fact-checking), por “un periodismo de hechos y no de dimes y diretes” y por la vuelta a la información de pago, dado que, como explica, “lo gratis tiene un precio escondido que pagamos”. Razón no le falta.



2. ‘Los 7 hábitos de la gente desinformada. Cómo informarse y tomar decisiones en las redes sociales’. Marc Argemí (Conecta)



Estructurado en torno a siete apartados, en cada uno de ellos el periodista y consultor de comunicación Marc Argemí aborda uno de los hábitos que, a su juicio, ha adquirido mucha gente a la hora de consumir información. El cuñadismo, los algoritmos, la ansiedad informativa, el sesgo de información, el activismo visceral y la precariedad informativa son algunos de los conceptos que desgrana para averiguar por qué las fake news calan tanto en la sociedad. Como antídotos, el autor propone desarrollar la capacidad crítica, buscar fuentes creíbles y asumir nuestra ‘modestia intelectual’. ¡Qué difícil esto último!



3. ‘Fake News: La nueva arma de destrucción masiva’. David Alandete (Deusto)



El periodista David Alandete, corresponsal en Washington, analiza en este libro publicado en 2019 cómo las fake news pueden influir de manera muy significativa en procesos electorales y ayudar a extender determinadas ideologías. En este sentido, pone como ejemplos algunos de los temas que ha investigado personalmente en los últimos años como el Brexit, el movimiento independentista catalán o las elecciones estadounidenses de 2016, en las que salió elegido presidente el empresario Donald Trump. Probablemente todavía no conocemos ni la mitad de la mitad de lo que realmente ocurrió en estos tres episodios de la historia reciente de nuestro planeta.



Extra. ‘Fake News! Bulos que cambiaron el curso de la historia’. María Correas y Enda Kenneally (Titilante Ediciones)



A pesar de que los términos con los que conocemos esta problemática son relativamente nuevos, sus prácticas son más viejas que la tos. Las noticias falsas han campado a sus anchas desde hace siglos. Según los historiadores María Correas y Enda Kenneally, autores de ‘Fake News! Bulos que cambiaron el curso de la historia’, “son tan antiguas como la humanidad misma”, por lo que “de manera constante a lo largo de la historia han servido como forma de legitimación y propaganda”. Para demostrarlo nos proponen un viaje en el tiempo en el que recuerdan episodios como el Testamento de Marco Antonio, la Carta de Toledo, el Mito de El Dorado, los Juicios de Salem o, más recientemente, las armas de destrucción masiva de Irak. 


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